Esta nota fue publicada en el periódico regional Vivencias, en agosto de 1993.
¿Cómo pensarlo a José de san Martín?
Cada 17 de agosto, los argentinos nos vemos comprometidos a recordar al ilustre Capitán, que tantos y tan brillantes éxitos nos dejara como herencia histórica.
Extraño personaje, si se pretende analizarlo y entenderlo desde la lógica individualista de la posmodernidad, con sus valores tan proclamados de solidaridad y trabajo por el otro, en definitiva su prójimo.
Por esto, si pretendemos hurgar pasados desde este presente de angustia existencial, donde se intenta desdibujar trayectorias para crear las propias. Bueno entonces será recordar el pensamiento de este prohombre, uno de los más brillantes que la Patria nos legara.
San Martín, nunca escribió para la posteridad, fue un hombre que se fundió en su tiempo en acciones concretas pues, decía lo que necesitaba, nada más ni menos.
Para pensarlo, repensarlo y posteriormente resignificarlo con matiz actual, transcribiré algunos de sus pensamientos.
-Dijo como Conductor:
“Es cierto que tenemos que sufrir escasez de dinero, paralización del comercio y la industria, arrostrar trabajos y ser superiores en todo género de fatigas y privaciones; pero todo es menos que volver a uncir el yugo pesado e ignominioso de la esclavitud”.
“La seguridad de los pueblos a mi mando, es el más sagrado de mis deberes”.
“Mi existencia la sacrificaría antes de echar una mancha sobre mí vida pública, que se pudiera interpretar como ambición”.
“El pueblo jamás se empieza a mover por raciocinio sino por los hechos”.
“El mejor gobierno no es el más liberal en sus principios, sino aquel que hace a la felicidad de los que obedecen empleando los medios adecuados a este fin”.
“La seguridad individual del ciudadano y la de su propiedad deben constituir una de las bases de todo buen gobierno”.
“Mi barómetro para conocer las garantías de tranquilidad que ofrece mi país, las busco en el estado de la hacienda pública y, al mismo tiempo, en las bases de su gobierno”.
-Dijo como Libertador:
“La desgracia puede repararse habiendo juicio”.
“Hagamos justicia a nuestra propia ignorancia y que el orgullo no nos precipite al abismo”.
“Hombres que se abandonan a sus excesos son indignos de ser libres”.
“La biblioteca es destinada a la ilustración universal, más poderosa que nuestros ejércitos”.
“Soy enemigo de los tiranos, pero también lo soy de los malvados”.
“Si somos libres todo nos sobra”.
-Dijo como Pensador:
“Los hombres no viven de ilusiones, sino de hechos”.
“La calumnia, como todos los crímenes, no es sino, obra de la ignorancia y el discernimiento pervertido”.
“Por un hombre de virtud, he encontrado dos mil malvados”.
“En muchas cosas, la dicha no es un bien real, sino imaginario”.
“La conciencia es el mejor y más imparcial juez que tiene el hombre de bien, pero para depositar una confianza que nos puede ser funesta”.
San Martín, hombre héroe que se encargó en vida de despojarse de todos los honores que bien merecía, vivió pobremente en tierras francesas sin proferir queja alguna a tantas calumnias que le rozaron. Pensó que el juicio de la historia, le dictaría el veredicto sobre su trayectoria, para ello dejó todos sus papeles en orden.
Profundamente consustanciado con su Patria a la que amó sin límites, se le solicitó si era posible que su corazón descansara en Buenos Aires, así el 17 de agosto de 1850 entró a la inmortalidad.
Sus sacrificios fueron y serán tan impresionantes como su claro pensamiento, inmejorable ejemplo para momentos de tantas apetencias económicas y políticas, además por tanto querer relucir por las formas que se convierten en continente de un contenido inexistente.
¿Habrá llegado la hora de pensar desde la conciencia de cada argentino, la frase que nos legara?
Serás lo que debas ser o no serás nada.
Pensémoslo, para que cada uno de nosotros nos dediquemos a trabajar en lo que debemos y, no debe hacer lo que me ofrecen desde la gestión pública, sin idoneidad porque nos asegura el futuro.
Ejemplos existen…, sólo se los debe buscar para posteriormente imitar. Sería gratificante para un país que urgentemente necesita despertar.
* Lic. Graciela Garza.