¿EDUCAR PARA LA PAZ DESDE LOS GOBIERNOS LOCALES, ES POSIBLE?
Construir Paz, es posible y debe convertirse en el desafío de comunidades y lideres comunitarios. El Secretario General de la ONU, Boutros Boutros-Ghali, en 1992, sugería que entre todos, vayamos más allá de lo posible para ir “reconstruyendo las instituciones e infraestructuras de las naciones devastadas por la guerra y la contienda civil; y construyendo lazos de paz de beneficio mutuo entre las naciones que antes estuvieron en guerra”.
La construcción de la paz, según su Agenda por la Paz, incluye el desarme, la construcción de la capacidad institucional de los gobiernos y las organizaciones no gubernamentales, incluyendo a las comunidades religiosas; el fortalecimiento de los sistemas legales y las estructuras de gobierno; y el compromiso con la educación a largo plazo, la abogacía y la acción para garantizar una paz real y duradera.
Cada ciudadano asistiendo a los debates prioritarios que hacen a cada tema, debe responsablemente colaborar para fortalecer los esfuerzos que ya se están haciendo.
Las comunidades poseen recursos espirituales, morales y sociales especialmente importantes para la construcción de la paz, como lo son el deseo de una vida mejor para todos.
Movilizarlas y equiparlas adecuadamente, servirá para que unan eslabones de actitudes positivas que generadas desde los cimientos modifiquen actitudes y formas de vida hasta ahora, hartamente comprobables como nefastas.
Cada persona desde el rol, que le toque ejercer puede y debe convertirse en educador para la paz, fomentando desde sus acciones el replanteo permanente de lo indeseable para todos.
La acción de los gobiernos locales en estos temas es prioritaria porque son ellos a través de acciones simples quienes implantan las semillas de los límites, tarea a la que deben apoyar padres y líderes comunitarios.
Cada agente comunitario, tiene en su poder la llave que cambia el destino si lo desea fervientemente. Cada hecho positivo, casi nunca publicitado convenientemente, podría ser el disparador para muchos otros rompiendo la cadena mediática de lo negativo.
Pensar en nuevas formas de comunicar es el desafío no solo de los comunicadores sociales sino también de cada uno que desde su palabra facilite el proceso.
Los buenos procesos tienen siempre ruidos o alteraciones en busca de la eficacia, esa búsqueda de eficiencia durante el mismo, debe ser responsabilidad de todos desde el fuerte involucramiento personal.
De todas las operaciones matemáticas conocidas, optar por las dos que amplifican los beneficios es apostar a la vida; por esto comencemos a sumar y multiplicar para que todo lo que necesitamos como sociedad fructifique provocando un estado de bienestar que nos permita un estar bien.
Traerlo a Ernesto Sábato, siempre vigente en estos temas es esperanzador cuando dice” Solo quienes son capaces de sostener la utopía, serán aptos para el combate decisivo, el de recuperar cuanto de humanidad hayamos perdido”.
Graciela Garza.
Educadora-Consultora
gragarza@gmail.com
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