Este artículo, fue publicado en la revista Presencia de Mujer Nº 26, en septiembre de 1998 en la ciudad de Las Varillas. Pcia de Córdoba.
Muchas, las más de las veces, una palabra impulsa acciones que pueden ser positivas o negativas. Así lo explican Austin y Searle, estudiosos del lenguaje, cuando intentan que entendamos que cuando se habla, también se está haciendo algo. Cada uno de nosotras al hablar construimos un acto de habla porque movilizamos al otro al decir y hacer que se quiera o se odie.
Pensemos…, por ejemplo, cuando se dice te quiero, sos capaz, etc., cuanto ayudamos a vivir. Por el contrario, si insultamos o herimos, lo único que hacemos es nada más ni nada menos que hacerlo sentir un inútil, entre otras cosas.
Esta breve introducción, tiene el propósito que cada lector, al sumergirse en la nota piense una y más veces, que mensaje quiso dejar esta incomparable mujer que pasó por esta vida consumiendo la pena de los demás para convertirla en mensajes de gloria y paz.
Dijo en varias oportunidades:
- “Solo hay una cosa que califica nuestras vidas: lo que hay en nuestros corazones”.
- “Tú haces lo que yo no puedo hacer, yo hago lo que tú no puedes hacer”.
- “La santidad no es un lujo de pocos. Es un deber de todos”.
- “Los políticos pasan poco tiempo de rodillas. Si lo hicieran serían mejores”.
- “Hasta la tarea bien hecha es una forma de oración”.
- “No le presto atención a las estadísticas. Me importan las personas. Y me fijo en una persona a la vez.”
- “Hoy está de moda hablar de los pobres. Pero, por desgracia, no está de moda hablarles a ellos”.
- “Oriente está enfermo por falta de comida y ropa. Pero Occidente está enfermo por falta de alma”.
- “No nací en 1910 como dicen mis documentos. Nací el 10 de septiembre de 1946 en una calle de Calcuta, cuando tropecé con el cuerpo de una mujer moribunda”.
- Como esta revista se llama Presencia de Mujer, es necesario perfumarla con el pensamiento de una mujer que marcó las miserias de este siglo, pero jamás renunció a la acción.
- Deseo, que cada uno de nosotros, podamos imitarla aunque más no sea desde pequeños gestos. Estoy convencida que fácil no resultará la tarea.
En su paso por la docencia, formó junto a sus alumnos un grupo de ayuda solidaria que lleva su nombre y todavía funciona en la institución.